La fototerapia con LED se basa en el principio de que las células vivas son capaces de absorber y son influenciadas por la luz y el tratamiento ha sido reconocido por sus propiedades regeneradoras y antiinflamatorias.

Si bien a menudo asociamos la exposición a la luz con el envejecimiento y el daño de la piel, la luz también tiene muchas influencias positivas en el cuerpo. Nos ayuda a producir vitamina D y proporciona energía y serotonina, y también puede acelerar los procesos naturales de reparación de la piel.

Las diferencias entre los efectos positivos y negativos de la luz son la cantidad y las partes del espectro de luz a las que estamos expuestos. La exposición continua a los rayos UV es muy perjudicial, pero los niveles controlados de luz roja, azul y casi infrarroja están clínicamente probados para ser beneficiosos.

El tratamiento consiste en exponer la piel a niveles bajos de esta energía luminosa beneficiosa de la parte visible e infrarroja del espectro de luz que energiza las funciones celulares para estimular diversos procesos celulares con efectos terapéuticos. Las células de la piel que están energizadas funcionan mejor y se regeneran más rápido, lo que a su vez conduce a una piel más joven, saludable y radiante.

Los efectos de la fototerapia con LED son una respuesta natural similar a la de la foto-síntesis de la planta a través de un proceso conocido como fotobiomodulación.

El logro de los resultados con la fototerapia con LED depende de varios parámetros clave para maximizar la interacción luz  que permite que se produzca la fotobiomodulación.

El parámetro clave es la longitud de onda precisa que determina el objetivo para la luz y también la profundidad de penetración en la piel. El segundo parámetro importante es la potencia de salida o la intensidad del fotón.